lunes, 17 de octubre de 2011

Te lo juro ques arte.

Muestra inaugural de Perfecta Galería. 12 de noviembre de 2010.


Exponen: Lorena Bicciconti, Vanesa Vojart, Damián Patrignani, Massi Diaz, Guido Poloni, Sandra Biondi, Danilo Cicive y Agus Colli.




En esa realidad de submundo, en ese cotidiano diferente en las entrañas de una ciudad que no se da cuenta de lo que pasa, se abre una nueva alternativa a la realidad. Y una visión del mundo de abajo que…posiblemente ni siquiera se supo que existía.
Túneles de Buenos Aires
Daniel Schávelzon

En Queremos tanto a Glenda Julio Cortazar narra la posibilidad de que un grupo de personas se organice para vivir bajo la tierra. Los personajes montan una estructura que les permite comer, cambiarse y vivir esperando el momento adecuado para salir al exterior: se alimentan con chocolatines y turrones, se pasan paquetes en los vagones de subte y se comunican sin que nadie los escuche aunque en la hora pico esté lleno de gente. Así esta historia refiere a ese mundo de abajo que pugna con el de arriba, a la discordia que se establece entre los ambientes divididos por el nivel del mar.
Cuando los chicos me dijeron que alquilaron el sótano para hacer una galería de arte en Bahía, la blanca, me sonreí. Fui a conocerlo y Danilo orgulloso afirmó –Yo lo descubrí-. Y con mucha razón porque es un descubrimiento un espacio así en una ciudad en la cual lo sub rara vez se tiene en cuenta; y que suele ser cuando se rompe un caño y queda perdiendo varios días el agua que no sobra, hasta inundar las calles.
Luego de firmar el contrato con el dueño, este grupo de inquilinos pioneros y no ilusos; visionarios y no derrochones; subieron a la web como quien da señales de un secreto,  las fotos que registraban el work in progress nocturno en el piso menos uno del edificio de la calle Lamadrid. Se mostraban subidos en escaleras cambiando luces, pintando y lijando paredes, para hacer una galería aggiornada en una ciudad en la que el comercio del arte no existe. Fue ahí que pensé en los personajes cortazarianos debajo del subte organizando una posible forma de ver y habitar el mundo. Porque una galería en Bahía para que funcione y exista en el tiempo demandará a la ciudad lo mismo que sucedió con estos artistas -ahora inquilinos, galeristas, decoradores y albañiles- al descubrir algo veinte escalones debajo del suelo: Romper estructuras y ver que el peor túnel para instalarse puede ser el de la mente. Porque no hablo sólo de acciones concretas –alquilar un sótano, vivir en el subte, lijar marcas de humedad-; Sino de creer con convicción, sin apatía a la locura ni al ridículo, que existe la posibilidad de. Saber que son válidas las miradas desde las alcantarillas, desde aquel lugar escaleras abajo de lo establecido en Bahía, al menos hasta ahora.

Mariela Gouiric, CABA. 2010.


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